El Colegio La Salle de Santander acaba de estrenar nuevos espacios educativos para los alumnos de Educación Infantil. En la mañana del martes 25 se han acercado hasta el colegio para conocerlo Marina Lombó, consejera de Educación y Formación Profesional y Gema Igual, alcaldesa del Ayuntamiento de Santander que han estado acompañados de José Manuel Merino, director del centro.
Dichos espacios están en coherencia con la nueva metodología NCA, Nuevo Contexto de Aprendizaje (https://colegioslasalle.org/ncalasalle), implantada en todos los centros La Salle, cuyo objetivo es acompañar al alumno en su desarrollo para que sea él mismo quien descubra el conocimiento en contacto permanente con el medio.
Para llevarlo a cabo, se ha acometido una obra que ha afectado a las aulas de Educación Infantil y a todos los ámbitos que estaban al servicio de esta etapa educativa. Se ha creado un medio físico, un paisaje que fomenta el aprendizaje donde ya no existen aulas segregadas sino espacios globales y versátiles porque cada niño/a es diferente: unos son más visuales, otros más auditivos, otros más emocionales, otros más lectoescritores u otros más lógico-matemáticos. Creando este tipo de ambientes, damos respuesta a cada uno de los alumnos y a su versatilidad innata con más opciones de acierto. También, de esta forma, ayudamos a los docentes a que desplieguen todo su potencial profesional.
Se abandona el concepto tradicional de aula con paredes, los nuevos espacios se unen y se separan por puertas correderas transparentes que se abren o cierran en función de las situaciones de aprendizaje que se creen. El mobiliario es ligero, se mueve con mucha facilidad. Las mesas permiten trabajar en grupo, tienen ruedas plegables y son transformables en pizarras; las sillas son apilables y la mesa del profesor desaparece. Este tipo de mobiliario permite múltiples opciones de configuración.
Se crea un paisaje dentro del centro educativo en el que los más pequeños son protagonistas:
- Colaboran en su configuración, creando diferentes escenarios de aprendizaje. El cambio no se ve como una amenaza sino como una oportunidad para educar en la resiliencia y la creatividad.
- Tienen acceso a todo el material que necesitan de manera autónoma, todo está a su alcance. Esto favorece su autonomía y su autorregulación.
El nuevo espacio facilita la Docencia Compartida. Permite a los docentes ofrecer saberes de manera conjunta, lo que anima a crear nuevas dinámicas de trabajo en equipo entre profesionales. Es la oportunidad para desnudar destrezas y debilidades o adoptar diferentes roles durante el transcurso de las actividades. En definitiva, posibilitan trabajar verdaderamente en equipo. Eso que tantas veces tratamos de enseñar a nuestros pequeños.
Con el NCA, en La Salle de Santander comprendemos que el inmenso potencial para aprender del ser humano se desarrolla sin intervalos ni lapsos de desconexión. Los niños aprenden de forma dinámica y adaptativa en cualquier momento sin parcelaciones o compartimentos estancos espaciales y temporales. Es así como se organiza la actividad diaria, buscando el desarrollo de todas y cada una de las competencias de los alumnos de manera eficaz para que sean en un futuro personas que den una respuesta coherente y de calidad a las demandas de la sociedad actual, integrándose plenamente en la misma.
Ante la diversidad de alumnado existente es necesario dar una respuesta educativa adecuada a cada persona. La atención a la diversidad queda integrada en NCA. Una vez más, el espacio es una herramienta al servicio del aprendizaje:
- Posibilita la participación de todos los alumnos, independientemente de sus capacidades, su ritmo de aprendizaje o su curiosidad ante todo lo que se le presenta.
- Permite la personalización de cada propuesta educativa, porque todos son diferentes.
- Se favorece el autoconocimiento de los procesos cognitivos de cada alumno, lo que hace que disfrute de sus progresos.
- La convivencia en este espacio, basada en unas relaciones cálidas con los demás, desarrolla en el alumno un sentimiento de pertenencia.
- Todos pueden presumir de sus pequeñas y grandes potencialidades, porque en esa búsqueda del autoconocimiento todos las encuentran.
En La Salle de Santander nuestros alumnos más pequeños disfrutan de unos espacios amables que propician una forma de aprender diferente, que generan emociones positivas en cada una de las situaciones a las que se enfrentan cada día. Es así como los vemos crecer y progresar en el transcurrir de la vida.